El implante dental viene a ser el sustituto de la raíz dental, un minúsculo dispositivo con forma de raíz que se inserta dentro del hueso maxilar para sujetar una restauración protésica dental (corona); estos implantes están hechos de titanio: material que es coincidente con los tejidos vivos, es decir, que tiene la capacidad de unirse al hueso (osteointegración) y fijar a ese implante dental una pieza de imitación, que hace las funciones de esta pieza sin ninguna molestia.

Material de un Implante Dental

 

Titanio

Es el más empleado para implantes dentales por su alta estabilidad química y buenas propiedades de biocompatibilidad. Mecánicamente, su dureza le permite soportar elevadas cargas oclusales producidas durante la masticación, y su módulo elástico es muy parecido al del hueso. Los implantes dentales pueden ser fabricados de titanio puro, o con titanio en aleación con aluminio y/o vanadio. Este material, permite la osteointegración del implante dental, siempre que su superficie no sea lisa.

 

Materiales Cerámicos

El más usado es la hidroxiapatita, que se emplea para cubrir la superficie de implantes de titanio. Existen implantes dentales fabricados completamente con materiales cerámicos, como son aquellos hechos exclusivamente con óxido de aluminio monocristalino. También están apareciendo en el mercado Implantes de Dióxido de Zirconio (ZrO2) llamados comúnmente zirconio. Actualmente se considera que este material tiene un gran potencial para ser usado en la odontología moderna. Otra variante sería el dióxido de zirconio estabilizado con itrio.

Estos materiales permiten una integración más rápida y fuerte que la producida con el titanio, ya que la unión no es mecánica, sino química dando lugar a la biointegración.

 

Unión de los Implantes Dentales

 

Osteointegración

El proceso de osteointegración, se define como: «una conexión directa estructural y funcional entre el hueso vivo, ordenado, y la superficie de un implante sometido a carga funcional». El uso de esta técnica quirúrgica moderna permite al paciente que ha sufrido una pérdida dental, una recuperación plena de la función masticatoria y de la estética bucal.

Etapas del procedimiento quirúrgico

El implante dental osteointegrado se coloca mediante un procedimiento quirúrgico que se ha popularizado enormemente durante los últimos veinte años debido a su buen pronóstico, funcionalidad y a las crecientes demandas estéticas. El proceso de colocación se resume en las siguientes etapas:

 

  • La instalación quirúrquica del implante, sustituyendo la raíz natural del diente.
  • La osteointegración, período de cicatrización del implante, fenómeno biofísico que produce la unión a nivel molecular del titanio con la estructura ósea.
  • El sellado gingival sobre el cuello del implante.
  • La confección y colocación de las prótesis dentarias o coronas.

Biointegración

El concepto de biointegración, hace referencia al tipo de unión que se produce entre el hueso maxilar y el implante dental cerámico. Es una unión química producida a través de una capa que se forma entre la superficie del hueso y la superficie del implante. Esta capa está constituida por compuestos químicos procedentes de implantes y superficies óseas dando lugar a una unión más rápida e intensa que la conseguida con la osteointegración.

 

Ventajas de un Implante Dental

 

  • Implante DentalEs posible conservar el hueso y, al mismo tiempo, se sustituye el diente perdido. Desde el punto de vista médico, esta alternativa no tiene inconvenientes, porque el implante se instala sin ninguna complicación.
  • El paciente evita llevar la prótesis removible, que puede tener problemas de movilidad y estéticos.
  • Con respecto a la prótesis fija tradicional (puente), se pueden poner las piezas sin necesidad de “limar” las piezas vecinas.
  • Se conserva la salud de los tejidos vecinos y tiene un pronóstico a largo plazo.
  • Las prótesis postizas removibles suelen moverse durante el habla o la masticación. Con el tiempo el hueso dónde apoya la dentadura postiza cambia y se resume, produciendo una disminución del soporte de la dentadura postiza convencional, que determina lo mencionado anteriormente.

En cuanto al mantenimiento, los implantes dentales necesitan el mismo cuidado que un diente. Si no se limpian, se presentarán enfermedades de encías o de hueso, pero si se les procura y no hay condiciones médicas que los comprometan, la probabilidad de éxito será mayor.

Cada implante está diseñado para sostener a un diente. En caso de que el paciente haya perdido varios o todos los dientes, la cantidad de implantes que se colocaran determinará si la prótesis será movible o no. Con seis a ocho implantes en el maxilar respectivo se puede sostener de forma fija y permanente una arcada de dientes (de 12 a 14 piezas dentales). En cambio, si ponemos dos o cuatro implantes en el maxilar, la prótesis será movible, entonces el paciente se la podrá quitar cuando guste.