Los implantes dentales actúan como raíces artificiales, diseñados para sustituir dientes naturales ausentes o perdidos por cualquier causa. Los implantes dentales son capaces de integrarse de forma totalmente natural con el resto de los tejidos de la boca.

El proceso de osteointegración se define como una conexión directa, estructural y funcional entre el hueso vivo, ordenado, y la superficie de un implante dental. El uso de esta técnica quirúrgica moderna permite al paciente una recuperación plena de la función masticatoria y de la estética bucal

Osteointegracion

Conseguir una rápida y eficaz osteointegración (conexión directa entre el hueso vivo y la superficie de un implante dental) es un factor determinante del éxito del tratamiento con implantes dentales, un éxito que también depende en gran parte de la capacidad previa para predecir el resultado funcional y estético que se alcanzará. Además, el éxito de la implantología ha implicado que en los últimos años se tengan en cuenta con mayor frecuencia parámetros estéticos.

Para que se produzca la osteointegración, hay que realizar una correcta técnica quirúrgica, dependiendo el éxito de la presencia o ausencia de procesos inflamatorios, del diseño del implante y del tiempo en el que el implante se mantenga libre de cargas, que debe ser alrededor de 6 meses.

Union de implantes dentales

En la actualidad, las técnicas más avanzadas permiten proporcionar una prótesis con dientes fijos sobre implantes dentales a los pocos días o incluso a las horas de su colocación. Empezando un proceso de osteointegración dinámica ya que el implante recibe la carga mientras se produce la osteointegración.

 

Etapas del procedimiento quirúrgico

El implante dental osteointegrado se coloca mediante un procedimiento quirúrgico que se ha popularizado enormemente durante los últimos veinte años debido a su buen pronóstico, funcionalidad y a las crecientes demandas estéticas. El proceso de colocación se resume en las siguientes etapas:

  • La instalación quirúrquica del implante, sustituyendo la raíz natural del diente.
  • La osteointegración, período de cicatrización del implante, fenómeno biofísico que produce la unión a nivel molecular del titanio con la estructura ósea.
  • El sellado gingival sobre el cuello del implante.
  • La confección y colocación de las prótesis dentarias o coronas.

 

Condiciones para que se produzca la osteointegración

La osteointegración es el proceso mediante el cual el implante se integra con el hueso alveolar, hueso que sostiene la porción de diente natural. Para que dicha osteointegración se produzca es necesario que se den ciertas condiciones:

  • La zona donde se va a realizar el implante debe encontrarse absolutamente estéril.
  • El implante debe realizarse entrando en contacto directo con el hueso, para que se produzca el proceso de osteintegración de manera natural.
  • El hueso debe conseguir integrarse incluso en las ranuras del implante colocado.
  • Se debe respetar un tiempo de curación de 3 a 4 meses para el maxilar inferior y de 4 a 6 meses para el maxilar superior.

Uno de los mayores desafíos en el ámbito de los implantes dentales es conseguir una integración ideal del tejido blando que imite un contorno gingival perfecto y, es que es difícil en algunas situaciones clínicas como en un traumatismo, atrofia, enfermedad periodontal y/o infección.

En estos casos difíciles, un diagnóstico exhaustivo y una cuidadosa selección de la técnica puede asegurar, en la mayoría de los casos, buenos resultados estéticos en los implantes dentales. Para ello, es de vital importancia conocer la estructura y fisiología de estos tejidos blandos, su reacción ante la agresión bacteriana de la cavidad bucal y sus patrones de cicatrización cuando son sometidos a diferentes procedimientos quirúrgicos.

Es importante que el especialista en implantología dental conozca los factores que pueden intervenir en la cantidad, las dimensiones y calidad de los tejidos blandos, como la influencia del protocolo quirúrgico, el diseño del implante y la salud de los tejidos para garantizar una integración exitosa del tejido al implante dental.

El resultado de un tratamiento con implantes dentales depende, en gran medida, de los tejidos blandos y de su relación con la restauración, no solo de forma inmediata sino a largo plazo.