Regeneración Ósea Guiada

Consta  de una estimulación para la formación de hueso nuevo en áreas donde existen deficiencias. Se basa en el uso de barreras o membranas físicas para evitar que las células del epitelio gingival y del tejido conjuntivo invadan las zonas que van a ser regeneradas. De esta forma se favorece que las células osteoprogenitoras puedan proliferar para formar hueso nuevo. En esta técnica, la membrana actúa como un segundo colgajo y proporciona protección adicional a la herida, disminuyendo el choque de las fuerzas que inciden sobre ella y garantizando la diferenciación de las células mesenquimatosas hacia osteoblastos, en lugar de hacia fibroplastos.

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Comprende el uso de diferentes materiales y métodos, que tienen como objetivo crear hueso sano y suficiente, en la evolución de alveolares en los maxilares, para cubrir defectos óseos periodontales o para tener procesos alveolares adecuados en donde colocar prótesis dentales de manera convencional o con implantes dentales osteointegrados

La regeneración ósea guiada con injertos óseos autólogos y membrana de teflón o politetrafluoretileno expandido (PTFE-e), esterilizada en gas de óxido de etileno, es recomendable en la regeneración ósea de procesos alveolares deficientes, alrededor de implantes oseointegrados con defectos óseos periféricos o en casos de fracturas mandibulares complicadas con pseudoartrosis.

Es regeneración ósea guiada consiste en la colocación de una barrera que cubra el defecto óseo, separándolo del tejido gingival, y evitando contacto con el hueso durante la cicatrización. Así permitirá su regeneración y que el defecto óseo sea rellenado. Los estudios clínicos e histológicos de este procedimiento han demostrado que las membranas de barrera deben estar perfectamente adaptadas al hueso periférico, es decir al defecto formando un sello que impida el ingreso de células de tejido conectivo gingival al espacio formado bajo la membrana, ya que éstas compiten con las células formadoras de hueso. Por ello es imprescindible que la membrana se mantenga estable durante el período de cicatrización.

Un requisito para lograr resultados estéticos, es que deben de existir como mínimo 2 mm de hueso entre el implante y el diente adyacente, para que sea posible la formación de la papila interdental. Si el grosor de la tabla vestibular es menor a 1 mm, después de la colocación del implante, se debe implantar un injerto óseo. Cuando los implantes se colocan en el área estética, sobre todo en pacientes con una línea de la sonrisa alta, el manejo de los tejidos blandos es de crucial importancia.

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La colocación de los implantes es inmediata y se puede conseguir un aumento espontáneo de la encía. Se consigue reduciendo el diente al extraer a nivel de la encía, éste es cubierto con tejido de granulación. De este modo, una vez realizada la extracción, no existe defecto en el tejido gingival remanente.

En el caso de que los implantes no sean de  colocación inmediata a la extracción y existe suficiente espesor óseo, se recomienda un injerto pediculado del diente adyacente que no incluya la papila.

Se les realiza una  incisión en distal, lo que da resultados  más estéticos y mejores para los pacientes debidos que la cicatriz queda en la región distal. Si se van a utilizar membranas, éstas se colocarán lejos del lugar donde se realiza la sutura. En el injerto pediculado se toma un colgajo pediculado de la porción palatina, que contiene tejido conectivo y es llevado a la región bucal cuando se necesita mayor espesor del tejido. Esta técnica se combina con un injerto de tejido conectivo sub-epitelial. Este tejido se puede obtener de las tuberosidades o de la región de los premolares.